El músico Miguel Bosé y el escultor Nacho Palau se han encontrado este lunes en el inicio del juicio por la filiación de los cuatro hijos nacidos durante su relación, dos pares de mellizos fruto de la gestación subrogada, dos con los genes y apellidos de un padre y dos con los del otro, pero criados como hermanos hasta la separación.
El escultor solicita que los dos pares de mellizos sean considerados hermanos. “Los niños se necesitan, todo es un despropósito”, dijo en declaraciones a Vanity Fair hace varios días. A su llegada al juzgado, Nacho Palau y Miguel Bosé evitaron dar declaraciones.
Cuando finalizó el juicio, Palau se detuvo ante las cámaras para resumir lo ocurrido. “Ha sido complicado. Lo que quiero es que los hermanos estén juntos. Confío en la justicia” aseguró, añadiendo que lo que le gustaría es que los cuatro niños tengan las mismas condiciones de vida.
Igual que cuando entró en el juzgado, Miguel Bosé abandonó la zona en su vehículo, algo que comentó Palau: “Yo también hubiera querido haber salido por el garaje”. No dio detalles acerca de los argumentos que utilizó el artista.
Preguntado por qué había esperado hasta la madurez para estrenarse como padre, Bosé declaró: “Primero, porque una carrera como la mía me exigía entregarme durante un periodo a full time. Segundo, porque no quería hacerlo con una pareja. Así tengo a dos hijos maravillosos que llevan mis apellidos y que nadie me puede quitar. Estoy harto de ver cómo se utiliza a los niños en las separaciones, cómo pagan los platos rotos y sufren las consecuencias de una relación que se rompe”.
Es al final de la entrevista cuando el músico decide por iniciativa propia rehacer sus declaraciones. “No tengo dos hijos, tengo cuatro”. “A los siete meses de nacer Diego y Tadeo llegaron otros mellizos, Ivo y Telmo. Muy poca gente lo sabía. Hasta ahora”, anunció el músico
Con información de El Farandi.