Más allá de los resultados de las elecciones Primarias Abiertas Simultáneas y Obligatorias (PASO) y de su impacto político, la economía de Argentina presenta diversos desafíos tanto en el panorama doméstico como internacional que trascienden al día a día del dólar.
En la parte interna, de acuerdo con la opinión de analistas de Argentina, el panorama también se presenta con varios interrogantes ya que en los últimos cuatro años la economía avanzó en temas complejos como la fuerte reducción del déficit fiscal y la corrección de las tarifas de los servicios públicos, reseñó La Nación.
No obstante, la inflación en la nación suramericana sigue siendo muy elevada y la deuda pública se incrementó en forma significativa.
Se tiene previsto que esta semana se difunda el índice de inflación de julio, que, según el promedio de las consultoras privadas, arrojará un incremento del 2,4%, lo que implica una leve baja frente al 2,7% de junio.
«Hay un proceso sólido de desinflación. Esto nos lleva a pensar que en julio vamos a volver a ver una baja de la inflación, reconociendo que todavía estamos en niveles muy altos», adelantó hace unos días el ministro de Hacienda, Nicolás Dujovne.
«Para bajar la inflación sin seguir apelando a elevadísimas tasas de interés se necesita desindexar la economía, al estilo de lo que ocurrió con el Plan Austral o el Plan Real, de Brasil. Pero ese mecanismo no es un sustituto de la austeridad fiscal, que deberá ser sostenida en el tiempo para lograr una baja sustancial del riesgo país», señala el economista Jorge Vasconcelos, del Ieral.
La otra amenaza interna llega por el lado de la deuda. Durante el macrismo, el nivel de endeudamiento del país se disparó hasta ubicarse por encima del 50% del PBI, computando acreedores privados y organismos internacionales.
«La cobertura de la deuda corporativa y la liquidez probablemente sufrirán un deterioro en 2019 frente a una inflación persistentemente alta y mayores costos de financiamiento, según la tasa de política monetaria extraordinariamente alta del Banco Central», advirtió un informe de la consultora Moody’s que se conoció en la última semana.
Según el reporte, las empresas argentinas siguen siendo «vulnerables a una economía débil y políticas económicas inciertas de cara a las próximas elecciones presidenciales, las cuales aumentan los riesgos crediticios para los emisores corporativos al menos hasta mediados de 2020».