El presidente argentino, Alberto Fernández, extendió este sábado el aislamiento social obligatorio por la pandemia de la COVID-10 que finalizaba el próximo lunes, por dos semanas más, hasta el 10 de mayo , pero las provincias que cumplan una serie de requisitos podrán flexibilizarla.
En las ciudades de más de 500.000 habitantes, Fernández dijo que la cuarentena “seguirá como hasta hoy”, pero se permitirán salidas de esparcimiento diarias para “toda la población”, de hasta una hora y hasta 500 metros alejadas de sus casas.
Hasta el momento, en Argentina, se han registrado 3.780 casos de coronavirus, de los cuales 185 han resultado en fallecimientos, mientras que ya hay 1.030 personas dadas de alta.
Las fronteras, el transporte aéreo, los eventos públicos (desde los partidos de fútbol hasta las misas), los restaurantes y hoteles, los gimnasios, cines, teatros y museos seguirán cerrados. Y tanto los gobernadores como el Gobierno nacional podrán revertir las medidas de relajación, tanto laborales como recreativas, en caso de que las circunstancias de la pandemia empeoren. “Puede haber marcha atrás”, advirtió Alberto Fernández.
Con información de EFE.